MEDITACIÓN
OPINIONES
Parte II
MARDIA HERRERO
LA MEDITACIÓN EN EL SUFISMO
Para Paramahansa Yogananda, la meditación es la más práctica de todas las ciencias del mundo. La mayoría de las personas desearía meditar si comprendiera el valor de la meditación y experimentase sus beneficiosos resultados. El propósito esencial de la meditación es tomar plena conciencia de Dios y de la eterna identidad del alma con Él. ¿Existe acaso algún logro más significativo y provechoso que el de unir nuestras limitadas facultades humanas a la omnipresencia y omnipotencia del Creador? La realización divina confiere a quien medita múltiples bendiciones: la paz, el amor, el gozo, el poder y la sabiduría de Dios. En la meditación se utiliza la concentración en su forma más elevada. La concentración consiste en liberar la atención de las distracciones, para enfocarla en cualquier pensamiento que se desee. La meditación, en cambio, es aquel tipo especial de concentración en la cual la atención se ha liberado del estado de inquietud y se enfoca solamente en Dios. La meditación, por lo tanto, es la concentración utilizada con el solo propósito de conocer a Dios. En respuesta al amor de sus grandes devotos, Dios se ha revelado en diversas formas cósmicas. Él también se manifiesta a través de la verdad, las cualidades divinas, la belleza y el poder creativo de la naturaleza, las vidas de los grandes santos y avatares (encarnaciones divinas) y el alma de cada ser humano. Es por eso por lo que la meditación en cualesquiera de estos conceptos aporta una profunda realización del Absoluto omnipresente, de Aquel que es la Dicha siempre existente, siempre consciente y eternamente renovada. Al brindar la percepción directa de Dios, la meditación eleva la práctica de la religión por encima de las diferencias dogmáticas (12)
PARAMAHANSA YOGANANDA: Meditaciones Metafísicas
» Ser un Sufí es apartar lo que hay en tu pensamiento –verdad imaginada, preconceptos, condicionamientos- y enfrentar lo que pueda sucederte.»
(Abu Said, poeta)
DENKO MESA
Para Bokar Rimpoché, las personas están afligidas por sufrimientos, angustias y numerosos miedos que son incapaces de evitar. La meditación tiene como fin eliminar estas angustias y sufrimientos. Generalmente pensamos que la felicidad y el sufrimiento vienen de las circunstancias externas. Estamos continuamente ocupados, de una forma o de otra, en arreglar el mundo. Tratamos de quitar un poco de sufrimiento por aquí, obtener un poco de felicidad por allá, sin conseguir nunca el resultado que esperábamos (…) el punto de vista de la meditación, considera por el contrario que tanto la felicidad como el sufrimiento no dependen fundamentalmente de las circunstancias externas, sino de la propia mente. Una actitud positiva da lugar a la felicidad, una actitud negativa produce sufrimiento(13)
BOKAR RIMPOCHÉ: La Meditación
BOKAR RIMPOCHÉ: La Meditación
“Sirve, ama, da, purifícate, medita, realízate”.
(Sivananda, maestro espiritual)
TERESA GUARDANS
TERESA GUARDANS - Cuando la acción es silencio
TERESA GUARDANS - Palabra y silencio, los dos pilares del conocimiento
Según Jean Klein, la meditación no es una forma de actividad mental o física. Tampoco podemos decir que la meditación se sitúe en el campo del conocimiento objetivo. No es algo perceptible. No se expresa en el ámbito de la existencia, la energía o el movimiento, sin embargo es un no-estado más allá de todos los estados. La meditación es la fuente, el origen de todo lo dinámico y lo no dinámico. Así que, claramente, no es una función, no es algo que uno pueda hacer. La meditación trae consigo un nuevo modo de vivir de instante en instante, un vivir que no puede dividirse en compartimentos: un tiempo para el trabajo, un tiempo para comer, un tiempo para la meditación y así sucesivamente. No se puede entrar y salir de la meditación. Ella es el soporte de toda actividad. En la diversidad de la vida diaria, el fondo sigue siendo siempre el mismo y todas las actividades son expresiones espontáneas de este fondo. En la meditación, el vivir es espontáneo. La vida discurre sin referencia a un centro controlador, un ego. La imagen de «yo» busca la supervivencia en las situaciones. Busca seguridad en la repetición y los esquemas adquiridos de comportamiento. Se esfuerza por hacer de todo lo nuevo y desconocido algo conocido. En tanto que este sentido de individualidad «controlador» esté funcionando, jamás podremos llegar a un vivir espontáneo, al no-estado del que mana todo estado. La meditación es el fondo de todo hacer, de toda actividad. A menudo se interpreta como un renunciar a la actividad. Pero detener la mente no es meditación. Esta misma renuncia no deja de ser una actividad. La meditación es la quietud que hay más allá de toda actividad y la así llamada no-actividad (14)
JEAN KLEIN: Meditación
» Quienes no meditan ni han aprendido a estar solos, viven en prisión consigo mismos y tal vez también con otros«
(Sir Thomas Browne, médico)
JUAN MANZANERA
Según Adyashanti, la meditación tiene una definición, un propósito y una aplicación muy concretos. La meditación es el arte de permitir a cada cosa simplemente ser de la manera más profunda posible. A fin de dejar a cada cosa ser, debemos liberarnos del esfuerzo por controlar y manipular nuestra experiencia, lo que significa liberarse de la voluntad propia. Esto llega directamente hasta el corazón mismo de la estructura del ego, que busca la felicidad por medio del control, el empeño y la manipulación. Muchas formas de meditación se basan en aprender a controlar la experiencia de uno mismo para conseguir la paz. Tales métodos nos conducen a menudo a un callejón sin salida, donde uno solo alcanza la paz mental mientras el ego está constreñido por la técnica meditativa. El silencio y la quietud de la meditación son la sólida base sobre la que descansa esta enseñanza. Fomenta la estabilidad interna, la objetividad, el desapego y una profundidad de comprensión desconocida para la mente conceptual. […] Es una pura rendición sin palabras, pura oración silenciosa. Todos los métodos dirigidos a conseguir cierto estado mental son limitados, impermanentes y están condicionados. La fascinación por los estados mentales solo conduce a la dependencia y a la atadura. La Verdadera Meditación es quietud sin esfuerzo, permanencia como ser primordial (15)
ADYASHANTI: Meditación Auténtica
» Nunca lo repetiré suficientemente: integrar la meditación en la vida es todo el propósito, base y fin de la meditación. La violencia y la tensión, los desafíos y las distracciones de la vida moderna hacen que esta integración sea todavía más urgente y necesaria«
(Sogyal Rinpoche, maestro espiritual)
ADRIANA WORTMAN
Para Éric Baret, meditación es una palabra sin sentido, porque no hay nadie ahí para meditar. Solamente enamórate de tus manifestaciones. La siguiente vez que estés celoso, que tengas miedo, la siguiente vez que te sientas agitado o agitada, siente y ama el sentimiento porque eso es lo que eres. Cuando estés en tu lecho de muerte, ¿qué tendrás? Sólo eso. Por lo tanto, debemos profundizar esta apertura. Lo hacemos sintiendo nuestras emociones. Algunas personas lo llaman a esto meditar, tú puedes llamarlo como quieras. Meditación es lo que eres cuando dejas de pretender ser algo. No es algo que puedas hacer. Nos alejamos constantemente de la meditación al pensar, al ir al pasado o al futuro, al querer ser esto o aquello. Cuando dejas de pretender, lo que queda es la meditación, sin que nadie medite y nada sobre lo que meditar. Lo realmente importante es ver que constantemente nos alejamos de la quietud, que constantemente estamos tratando de hacer, y lo que importa no es lo que hacemos, sino lo que somos. Meditación es dejar de hacer, y en su lugar, dejarte llevar completamente por lo que sea que lo llames, intensidad, quietud, silencio… las palabras carecen de sentido. Es una no-actividad. No tiene nada que ver con todas las técnicas de la liberación que tenemos… Algunas personas están aburridas, y quizás sea más interesante hacer estas técnicas en vez de jugar al golf o al tenis o a las cartas, ¿por qué no? Pero todas estas actividades están al mismo nivel, son una completa fantasía romántica sin absolutamente ningún sentido. Las respeto porque están ahí y algunas personas parecen contentas con eso; y me alegro por ellas. Pero no tiene ningún sentido desde un punto de vista tradicional (16)
ÉRIC BARET: Meditación
«Con el estudio de los libros se busca a Dios; con la meditación se le encuentra.»
(Padre Pío, teólogo)
EMILIO CARRILLO
Para Helena P. Blatvasky, la meditación se ha definido como el cese del pensamiento externo activo. Esfuérzate, concentrando toda la fuerza de tu alma, para cerrar la puerta de tu mente a todos los pensamientos erráticos, y no permitas que entren, excepto aquellos que sirvan para revelarte la irrealidad de la vida sensorial, y la Paz del Mundo Interior. Reflexiona día y noche sobre la irrealidad de todo tu entorno y de ti mismo. … Los pensamientos indiferentes, sin embargo, sirven simplemente para distraer la atención y desperdiciar energía. La primera gran ilusión básica que tienes que superar es la identificación de ti mismo con lo físico… La meditación es como una plegaria silenciosa, inexpresada, o como Platón lo expreso “el anhelante regreso del alma hacia lo Divino”; no para pedir ningún beneficio en particular (como ocurre con el significador común de la plegaria), sino por el Bien mismo -por el Bien Supremo Universal- del cual nosotros somos una parte en la tierra, y de cuya esencia hemos emergido todos” (17)
HELENA P. BLAVATSKY: Diagrama de Meditación
» La Meditación significa esta apertura del alma a lo Divino, y el dejar que lo Divino brille sin la obstrucción del yo personal; por lo tanto, significa renunciación. Esto implica el desprenderse de todo lo que uno tiene, y esperar vacío a que la luz penetre «.
(ANNIE BESANT, teosofa)
PAULA CABEZAS POLONIO
Según Alice Bailey, el énfasis puesto sobre la importancia de la meditación, es consecuencia lógica de la absoluta convicción de la necesidad imperiosa de que el Ego domine a la Personalidad. El hombre, en la actualidad, está dedicado a muchas actividades y, por fuerza de las circunstancias, polarizado totalmente en el yo inferior, ya sea en el cuerpo emocional o en el mental. Quisiera hacer resaltar algo de interés. Mientras la polarización sea o puramente física o emocional, nunca se sentirá la necesidad de meditar. Aunque el cuerpo mental esté activo, no se siente la necesidad de meditar hasta que el hombre haya sufrido muchos cambios y pasado muchas vidas; apurado la copa del placer y del dolor en el transcurso de innumerables encarnaciones; sondeado las profundidades de la vida, vivida totalmente para el yo inferior, hallando que todo eso no satisface. Entonces comienza a dirigir su pensamiento a otras cosas: aspirar a lo desconocido, comprender y sentir dentro de sí los pares de opuestos y percibir en su conciencia posibilidades e ideales nunca soñados. Ha llegado así a un punto donde el éxito, la popularidad y los diversos dones son suyos, sin embargo, no extrae de ellos ninguna satisfacción, persistiendo siempre el anhelo interno, hasta que el dolor es tan agudo, que el deseo de exteriorizarse y elevarse, para llegar a alguien o a algo que está más allá, vence todos los obstáculos. El hombre comienza a dirigirse internamente y a buscar la fuente de su origen. Entonces empieza a meditar, a reflexionar e intensificar la vibración, hasta que, en el transcurso del tiempo, recoge los frutos de la meditación (18)
ALICE B. BAILEY: Cartas sobre Meditación Ocultista
» La Meditación es el camino, que conduce al hombre al conocimiento, a la contemplación de su ser eterno e indestructible »
(Rudolf Steiner, filósofo)
MANUEL CARBALLAL
Para Jiddu Krishnamurti, la meditación no estriba en seguir cualquier sistema, no es repetición e imitación constantes, ni tampoco es concentración. La meditación exige una mente asombrosamente despierta. Meditar significa comprender la totalidad de la vida en la que ha cesado cada forma de fragmentación. La meditación no es control del pensamiento, pues cuando el pensamiento se controla engendra conflicto en la mente, pero cuando uno comprende la estructura y el origen del pensamiento, como hemos visto, el pensamiento no interfiere. Esa misma comprensión de la estructura del pensamiento es su propia disciplina, es la meditación. Meditar es ser consciente de cada pensamiento y de cada sensación, sin decir nunca que está bien o mal, sino tan sólo contemplarlo y seguirlo. Gracias a esa contemplación uno empieza a comprender cómo se mueven el pensamiento y la sensación. Y de ese conocimiento surge el silencio. El silencio creado por el pensamiento está estancado, muerto, pero el silencio que se instala cuando el pensamiento ha comprendido su propio comienzo, la naturaleza de sí mismo -ha comprendido de qué modo todo pensamiento no es nunca libre y siempre es viejo—ese silencio es una meditación en la que el meditador está ausente por completo, pues la mente se ha vaciado del pasado.
Si usted ha leído un libro atentamente durante una hora, eso es meditación. Si se ha limitado a tomar unas cuantas frases y recoger unas pocas ideas para pensar en ellas más tarde, eso ya no es meditación. La meditación es un estado de la mente que lo mira todo con una atención completa, totalmente, no por partes. Y nadie puede enseñarle a estar atento. Si algún sistema le enseña a estar atento, entonces usted está atento al sistema, y eso no es atención. La meditación es una de las artes más grandes de la vida, tal vez la más grande, y uno no puede aprenderla de nadie. Ahí radica su belleza. Carece de técnica y, por consiguiente, de autoridad. Cuando usted aprende acerca de sí mismo, se observa, contempla su manera de andar, de comer, lo que dice, el chismorreo, el odio, los celos… si es consciente de todo eso que está en su interior, sin ninguna alternativa, ello forma parte de la meditación.
Y así la meditación puede tener lugar cuando está sentado en un autobús o camina por el bosque lleno de luz y sombras, o mientras escucha cantar a los pájaros o contempla el rostro de su esposa o de su hijo.
En la comprensión de la meditación hay amor, y el amor no es un producto de sistemas, hábitos, de seguir un método. El amor no se puede cultivar por medio del pensamiento. El amor tal vez puede existir cuando hay un silencio completo, un silencio en el que el meditador está del todo ausente. Y la mente sólo puede estar silenciosa cuando comprende su propio movimiento como pensamiento y sensación. A fin de comprender este movimiento del pensamiento y la sensación, debe observarse sin condena. Observar así es la disciplina, y esa clase de disciplina es fluida, libre, no la disciplina de la conformidad (19)
KRISHNAMURTI: La Mente en Meditación
» La pregunta no es qué técnica de meditación se usa, sino quién la usa, qué motivación personal activó este proceso.»
(Hugh Shearman, filósofo)
MAPI RIVERA
Según Douglas Baker, la razón por la cual a los occidentales nos resulta difícil meditar es porque desconocemos lo que realmente es la meditación: Ante todo hay que decir que el propósito de la meditación no es adquirir fama, fortuna, poder y capacidades psíquicas como muchos farsantes dicen y afirman, ni tampoco es resolver problemas personales. El objetivo de la meditación es conocer nuestra auténtica naturaleza, que es pura conciencia. Cuando hemos entrado en contacto con la totalidad de nuestro ser nos encontramos en una posición mejor para resolver nuestros problemas, para relacionarnos con los demás y para cumplir con nuestro trabajo. Debería recordarse que el objetivo de la meditación es triple: (1) producir el perfecto alineamiento entre el cuerpo fisico-etérico, las emociones (cuerpo astral) y la mente (cuerpo mental); (2) entrar en contacto con el Sí superior, la conciencia que trasciende la personalidad ordinaria; (3) expresar en la vida de todos los días las energías superiores y las imágenes arquetípicas que vienen registradas en los planos internos.
Así que cuando pensamos en meditar deberíamos preguntarnos lo que queremos en realidad, y la respuesta sería el permitir la confluencia de nuestra conciencia y la de un Ser Inmenso, de una Gran Entidad, de un Logos, de Dios. Cuando nuestra conciencia y la de un más Vasto Ser se unen en la unión yóguica, nuestra mente confluye en la Suya; nos volvemos parte de Él y tenemos acceso a sus energías (20).
» La meditación fortifica a los fuertes y debilita a los débiles «
(Henri Constant De Rebecque, filósofo)
DAVID BARBA
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Para Rudolf Steiner, la meditación es la entrega intensiva del alma a representaciones, percepciones y sensaciones de tal modo que de las mismas no se desarrolla ninguna conciencia de lo que estas representaciones o sensaciones significan para el mundo físico, sino que éstas se comprueban dentro de la vida anímica como fuerzas, que irradian de alguna forma al alma y que de esta manera extraen poderes desde las profundidades, de los cuales el ser humano no es consciente en la vida corriente. El efecto de esta inmersión interior es tal, que mediante la misma al ser humano se le hace consciente como una realidad de su propio ser, de la cual él, de lo contrario, no tiene ninguna percepción.
Acerca de la meditación no se debe pensar de manera mistica, pero tampoco se debe pensar de manera ligera acerca de la misma. La meditación debe ser algo completamente claro en nuestro sentido actual. Pero ella es simultáneamente algo que pertenece a la paciencia y a la energía anímica interior. Y fundamentalmente pertenece a algo que ningún otro ser humano le puede dar a otro: el hecho de prometerse algo a uno mismo y luego poder mantenerlo. Si la persona comienza a hacer meditación, lleva a cabo con esto la única acción completamente libre en esta vida humana. Siempre tenemos en nosotros la tendencia a la libertad, y también hemos realizado una buena parte de la misma (…) Pero si nos ocupamos de hacer una meditación por la mañana y por la noche, aprendemos progresivamente con la misma a contemplar dentro del mundo suprasensible, luego podemos hacerlo todos los días o dejarlo. Nada se opone a eso. Y la experiencia también enseña que la mayoría de los que se acercan a la vida meditativa con grandes propósitos, la dejan de nuevo muy pronto. En esto somos completamente libres. Este meditar es una acción libre primordial (21)
RUDOLF STEINER: Instrucciones meditativas
RUDOLF STEINER: Formas de Meditación
» El hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabiduría consiste en una meditación no sobre la muerte, sino a propósito de la vida»
( Baruch Spinoza, filósofo )